¿Ya has tenido tu primer contacto (real o virtual) con Praga y te has quedado con ganas de más? Pues vamos allá… Malá Strana
Empezamos por el emblema de Praga, su sello de identidad. Es como el Coliseo a Roma o la Torre Eiffel a París…¡Sí lo adivinaste! Es el Puente de Carlos IV, más conocido como “el puente de Carlos” a secas.
Este puente data de 1357, y se construyó después de que una inundación se llevara por delante el anterior Puente de Judit. El artífice del nuevo puente fue el rey Carlos IV y desde entonces se le conoce con el nombre del monarca.
Algunos datos curiosos: es el puente más antiguo de Praga, tiene una longitud de 500 metros y está decorado con 30 estatuas. Como no podía ser de otra manera en una ciudad tan plagada de leyendas, cada estatua tiene su propia historia. La de San Juan Nepomuceno es un recordatorio al santo patrón de Bohemia que fue asesinado por el rey lanzándolo al río Moldava. Puedes pararte a tocar el relieve de bronce de su base ya que dicen que trae buena suerte, pero mejor no te detengas ante el retrato de la Virgen de los Lisiados. Aunque se le atribuyen curaciones milagrosas también cuentan que si ves apagarse la luz del balcón ¡es símbolo de muerte inminente! ?
Apuesto a que pasarás más de una vez por el puente de Carlos. Puede que lo utilices para cruzar de un lado a otro de la ciudad, para comprar artesanía, para admirar las preciosas vistas del castillo o simplemente para dar un paseo. En cualquier caso te reto a hacer una fotografía sin gente ¿lo conseguirás?
¿QUÉ VER EN HRADČANY O EL BARRIO DEL CASTILLO?
EL CASTILLO Y LA CATEDRAL DE SAN VITO
Más que un castillo al uso es un enorme complejo compuesto por palacios, jardines, fortificaciones y edificios religiosos. Entre ellos sin duda hay uno que sobresale (literalmente) entre los demás, y se trata de la Catedral de San Vito.
Esta catedral gótica es tan impresionante que se divisa desde cualquier punto de la ciudad. En su interior se coronaron a reyes y reinas de Bohemia, y fue el lugar de enterramiento elegido por muchos de ellos. Además, en una de las salas se custodian las Joyas de la Corona de Bohemia, guardadas bajo siete llaves y según dicen, protegidas por el Espíritu Santo.
Otro edificio religioso que a priori no llama la atención es la Basílica de San Jorge, una preciosa iglesia fundada en el año 921 por el príncipe Vratislav.
Si sigues caminando hacia el fondo del recinto llegarás hasta uno de los rincones más coquetos y fotografiados del castillo, el Callejón del Oro. Como su nombre indica no es más que una estrechas calle, pero sus pequeñas casitas de colores son tan pintorescas que más que viviendas reales parecen un decorado de cine.
Y sí, aquí vivían personas reales. Nada menos que los guardias del castillo con sus familias, que una de dos, o eran muy bajitos o acabaron hasta las narices de agacharse para entrar en casa.
Con el paso del tiempo muchas casitas desaparecieron, pero otras se convirtieron en vivienda de ilustres personajes como Franz Kafka, que vivió en el nº 22, o Madame de Thebes, una vidente que anunció el fin del nazismo y como se ve que a los de la Gestapo no les gustó mucho, decidieron asesinarla.
Pero si hacemos caso a la leyenda, el nombre del callejón procede de los alquimistas que trabajaban para el emperador Rodolfo II tratando de convertir metales en oro. Y es que este buen hombre, aparte de ser un místico y apasionado de la alquimia, era igualito igualito al gordo liante de “Resacón en las Vegas” 😀
Otros lugares curiosos del castillo son las diferentes torres que en su día acogieron a prisioneros ilustres: la Torre Blanca, que contiene una cámara de tortura; la Torre Negra, llamada así porque se quemó; la Torre de la Pólvora, usada como laboratorio alquimista y almacén de pólvora; y la Torre Daliborka, una famosa cárcel de la época que tomó el nombre de Dalibor, algo así como el “Robin Hood” checo.
Si después de toda esta visita te sobran tiempo y ganas, puedes echar un vistazo a los diferentes palacios que componen el castillo, como el Palacio real, el Palacio Rosenberg y el Palacio Lobkowicz.
El recinto del Castillo abre a diario (excepto el 24 de diciembre) de 5:00 a 24:00 (abril a octubre) y de 9:00 a 16:00 (noviembre a marzo).
Los lugares de interés, incluyendo el Callejón del Oro, abren de 9:00 a 17:00 (abril a octubre) y de 9:00 a 16:00 (noviembre a marzo).
La Catedral de San Vito abre lunes-sábado de 9:00 a 17:00 y domingos de 12:00 a 17:00 (abril a octubre) y lunes-sábado de 9:00 a 16:00 y domingos de 12:00 a 16:00 (noviembre a marzo).
Hay diferentes tipos de entrada: A, B y C. Consultar precios en la web del castillo de Praga.
LA PLAZA HRADČANSKÉ
Se encuentra delante de la entrada al castillo, y aunque la reacción más común es quedarse embobado mirando las agujas de la Catedral de San Vito, también merece la pena darse la vuelta y echarle un vistazo.
NOVÝ SVĚT
Es una pequeña calle situada bajo el Loreto. Está formada por pintorescas casas bajas que reemplazaron a los chamizos que ocupaban los siervos del castillo.
EL LORETO
He aquí uno de los centros de peregrinaje más importantes de la República Checa. Este conjunto de edificios acogen la réplica más fiel de la Santa Casa de Loreto situada en Italia, que según los entendidos es la vivienda donde la Virgen María recibió el anuncio de la Encarnación.
El Loreto abre a diario de 9:00-17:00 (abril a octubre) y de 9:30-12:15 y 13:00 a 16:00 (noviembre a marzo). La entrada cuesta 150 CZK
MONASTERIO DE STRAHOV
Se fundó en el año 1140, y acoge desde un gabinete de curiosidades hasta una importante colección de cuadros y una biblioteca con manuscritos medievales.
Toda la información para visitar el monasterio aquí
¿QUÉ VER EN MALÁ STRANA?
Este coqueto y elegante barrio situado a la orilla izquierda del Moldava fue llamado en sus orígenes Praga Menor. Por aquí pasó Mozart, y Casanova hizo de las suyas. Tal vez por eso hoy en día está impregnado por ese ambiente tan musical, romántico y lleno de frescura. ¿Te apetece conocer este barrio tan singular?
ISLA DE KAMPA
No es un lugar muy conocido por los visitantes, por eso es un remanso de paz no muy distante de las aglomeraciones del puente de Carlos.
En realidad es una isla artificial separada de Malá Strana por el canal Čertovka que significa “canal del diablo”. Las agitadas aguas de este canal se aprovechaban para hacer girar unos molinos, de los cuales hoy sólo quedan 3. Precisamente uno de ellos (o más bien el puente) tiene el honor de ser el rincón del amor en Praga. Es decir, si eres un apasionado de poner un candado con el nombre de tu enamorado/a y tirar la llave al río, éste es tu sitio.
Muy cerca de allí está el muro de John Lennon. Bueno, en realidad él nunca pisó Praga, pero sirvió de inspiración a cientos de jóvenes que durante la época comunista plasmaron en un muro sus ideales de paz y libertad. En su día fue un quebradero de cabeza para las autoridades porque nunca conseguían eliminar las pintadas, pero hoy es todo un símbolo para los jóvenes. Malá Strana
IGLESIA DE SAN NICOLÁS
Es imposible que este templo barroco pase desapercibido. Aunque sólo sea porque pasarás por delante alguna vez que otra…
IGLESIA DEL NIÑO JESÚS DE PRAGA
En realidad se llama Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, pero en su interior alberga al niño Jesús de Praga, un “repartidor de milagros” Malá Strana
LA CALLE MÁS ESTRECHA DE PRAGA
Aunque no deja de ser una “tontuna”, es curioso ver una calle tan estrecha que incluso está regulada por semáforos. Para encontrarla gira a la derecha nada más cruzar y puente de Carlos. Actualmente conduce a un restaurante, pero mirar es gratis. Malá Strana
JARDÍN VRTBOVSKÁ
Si no has oído hablar de ellos puede que pases por la puerta sin inmutarte. Pero son uno de los jardines más bonitos de Praga y los preferidos de muchos novios para sus fotos de boda. Malá Strana
Toda la información para visitar los jardines de nombre impronunciable aquí
COLINA PETŘÍN
Es uno de los pulmones verdes de Praga que reconocerás por su mirador que imita a la Torre Eiffel de París (salvando las distancias, claro). Pero lo más sorprendente es que dando un paseo por este vergel puedes encontrar lugares tan variopintos como el laberinto de los espejos, un observatorio y una preciosa iglesia de madera traída desde Ucrania.
Y en el próximo capítulo de ¿Qué ver en Praga?…la Ciudad Nueva o Nové Město
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