Reconozco que yo no quería ir a Estambul. No me llamaba la atención. Pero era nuestro primer viaje en familia y a mis padres les hacía un montón de ilusión ir. Si a eso le añadimos que encontramos un vuelo tirado de precio la decisión estaba clara. Había mucho que ver en Estambul y yo estaba dispuesta a darle una oportunidad…¿Cambiaría de opinión?
¿QUÉ VER EN ESTAMBUL? Ruta día 1
1- EL PALACIO TOPKAPI
A las 9:15 de la mañana ya estábamos haciendo cola para entrar al cercano Palacio Topkapi, nuestra primera visita del día.
El Palacio de Topkapi es el lugar en el que vivieron y gobernaron los sultanes y su corte, y es el más antiguo y extenso que se conserva. Es un amplio recinto de patios y pabellones, y se tardan unas 3 ó 4 horas en verlo.
En algunas salas se exponen las Sagradas Reliquias del mundo islámico como las pertenencias personales del Profeta, uno de los primeros coranes escritos a mano, y las llaves de la Kaaba.
En otra sala se puede ver el impresionante Tesoro, en el que destaca el puñal de Topkapý con su empuñadura de esmeraldas; y en otra, algunas de las vestimentas de los sultanes de la corte otomana.

Pero sin duda uno de los lugares más fascinantes y que más nos gustó fue el Harem o Harén.
Este espacio, que está formado por 400 habitaciones situadas alrededor de pequeños patios, era un lugar especial del palacio en el que se alojaban la madre del Sultán, sus hermanas e hijas, así como las Cariyes o concubinas y los eunucos negros que vigilaban el Harén.

A lo largo de los siglos han sido muchas las historias que han tenido como protagonistas a los habitantes del Harén. Sin duda, el hecho de que se tratara de un dominio privado del Sultán y de que estuviera cerrado al exterior, ha contribuido a la leyenda.
Las esclavas o concubinas que iban a servir al Sultán y a su familia, eran elegidas entre las más bellas de diferentes razas, o eran regaladas. Ingresaban el el Harén cuando eran niñas y durante años recibían una educación especial bajo una rigurosa disciplina. Se agrupaban en varias clases, y las que supieran ganarse el favor del Sultán podían incluso convertirse en sus esposas.
No es de extrañar que en el Palacio Topkapi, entre la riqueza y el esplendor, surgieran toda clase de intrigas para llegar a ser las favoritas del Sultán.

Al estar edificado sobre un cabo entre la confluencia del Bósforo y el Cuerno de Oro, el Palacio Topkapi puede presumir de tener unas de las mejores vistas de Estambul. El Bósforo, aparte de tener un intenso tráfico marítimo, es la frontera imaginaria que separa 2 continentes. Es algo que tienes que ver en Estambul.

Cuando salimos del Palacio Topkapi ya había una cola impresionante para entrar. Definitivamente hicimos bien en madrugar.
Entrada al Palacio Topkapi:
Horario de verano (Abril a Octubre): de 9:00 a 19:00 / Horario de invierno (Noviembre a Marzo): de 9:00 a 17:00 / Los martes cierran
Precio: 30 Liras
Entrada al Harem:
Horario de verano (Abril a Octubre): de 9:00 a 17:00 / Horario de invierno (Noviembre a Marzo): de 9:00 a 16:00 / Los martes cierran
Precio: 15 Liras
Las entradas se sacan en unas taquillas que hay a la derecha de la entrada, y se puede pagar con tarjeta.
2- LA MEZQUITA NUEVA
La Mezquita Nueva o “Yeni Camii” es la última de las grandes mezquitas que se levantó durante la época clásica otomana, y ostenta el título de ser la mezquita cuya edificación duró más tiempo (1597 – 1663)


3- EL PUENTE GÁLATA
Nuestra siguiente parada era la Torre Gálata, y para llegar allí teníamos que cruzar el puente con el mismo nombre. Pero primero había que pasar por un subterráneo abarrotado de gente y de tiendecillas de todo tipo. Aquello era peor que abrirse camino a machetazos en la selva, así que entre el calor y la gente, cuando finalmente conseguimos salir al otro lado lo único que queríamos era beber agua. Menos mal que por 1 Lira o menos se pueden comprar botellitas de agua en cualquier parte.
Como el calor apretaba a esas horas del día, decidimos cruzar el puente por la parte baja, llena de restaurantes que ofertaban los famosos bocatas de balik o pescado. En mala hora pasamos por ahí, porque de cada restaurante salía una persona a camelarnos para que comiéramos en sus respectivos locales:
“Señor, mira carta, más barato imposible”
“No gracias, no queremos comer ahora”
“Amigo, te bajo el precio, sólo mira carta”
“Que no queremos comer aún…que es la 1 a.m. y no tenemos hambre” (¿se pensarán que comemos con el horario europeo?)
“Amigoooo…”


4- LA TORRE GÁLATA
Una vez cruzado el puente Gálata sólo teníamos que encontrar la calle que iba hasta la Torre Gálata. Encontrar una torre de 61 metros de altura fue fácil, lo difícil era subir las empinadísimas cuestas esquivando gente, coches que bajan, coches encima de las aceras, vendedores…en fin, lo de siempre.
Después de hacer unos 20 minutos de fila, entramos en la torre.

La Torre Gálata es uno de los símbolos de la ciudad, y damos fe de que tiene una de las mejores panorámicas de Estambul, ya que está construida sobre una colina que domina el Bósforo, el Mar de Mármara y el Cuerno de Oro.

Se sabe que en ese lugar había una torre desde el siglo V, pero la que vemos en la actualidad fue construida por los genoveses en 1348, que junto a un recinto amurallado servía como defensa frente a los ataques, y fue bautizada como La Torre de Cristo. Durante la época otomana se utilizó como prisión, y posteriormente fue observatorio y atalaya de vigilancia de incendios. Se sube en ascensor y los 2 últimos pisos a pie.
Horario de verano (Abril a Octubre): de 9:00 a 19:00 / Horario de invierno (Noviembre a Marzo): de 9:00 a 18:30
Precio: 18,50 Liras
5- LA AVENIDA ISTIKAL
Ahora sí que teníamos hambre, así que pusimos rumbo a Istikal Caddesi o la Avenida Istikal. Esta calle es famosa por la cantidad de comercios modernos y restaurantes que se pueden encontrar, por no olvidarnos del Tranvía Nostálgico que la recorre en ambos sentidos.

Nos llamó la atención encontrar allí una iglesia católica, Santa María Draperis, y no pudimos evitar fijarnos en cómo unas musulmanas se volvían locas haciéndose fotos con todos los santos. Es gracioso, exactamente lo mismo que los católicos cuándo visitamos las mezquitas. Está bien esto de la diversidad cultural…

Andábamos buscando un restaurante recomendado por los viajeros, el Gani Gani, pero al final tuvimos que desistir y meternos en otro que nos llamó la atención. Estaba en una callejuela lateral y no recuerdo el nombre, pero pedimos lubina a la parrilla por 18 Liras y estaba mmm…deliciosa.
Sin embargo, algo que veníamos observando en los restaurantes es que prisa, lo que se dice prisa en servir, no se dan.
Después de hacer algunas compras en alguna franquicia, desandamos el camino de nuevo hacia el puente Gálata. Estábamos cansados porque la primera noche había sido un tanto “difícil” pero el Bazar de las Especias nos pillaba de camino y…¿quién podía resistirse?

6- EL BAZAR DE LAS ESPECIAS
El Bazar Egipcio o Bazar de las Especias recibe este nombre porque era el lugar donde se vendían las especias traídas de Egipto durante la época otomana. Fue construido en 1660, y tiene forma de L con cúpulas recubiertas de plomo.
Se encuentra en el muelle de Eminönü, justo enfrente del Puente Gálata, y en su interior hay 97 tiendas en las que se pueden comprar tés, especias, jabones y esponjas naturales, frutos secos, lokum (dulces turcos), quesos y mermeladas, perfumes turcos, etc. Sin duda uno de los lugares más curiosos que ver en Estambul.
Abre todos los días de 8:30 a 19:00 excepto los domingos.


Unos tés con menta por aquí, unas especias para la carne por allá y se nos había pasado el tiempo volando. Ahora sí tocaba ir al hotel a descansar un rato antes de cenar.
Esa noche nos apetecía tomar uno de los famosos Döner Kebab de Estambul (cualquier parecido con los españoles es mera coincidencia…), así que nos sentamos en un pequeño local con mesitas en el exterior y por unas 8 Liras cada uno, pudimos comprobar que la fama de los kebab turcos es merecida.
Después de la cena, mi hermano se quedó en un bar cercano viendo el partido Rayo-Atleti. Y es que los turcos son tan futboleros que hasta emiten los partidos de España.
Mientras tanto, los no tan amantes del fútbol aprovechamos para dar un paseo nocturno por la plaza de las mezquitas.
Como eran las 11:30 de la noche apenas quedaba gente, la temperatura era muy agradable y el silencio sólo era interrumpido por una especie de “mitin” delante de Santa Sofía. Los hombres delante, las mujeres con sus vestimentas negras que sólo dejaban los ojos al descubierto, detrás. No sabíamos lo que estarían diciendo por el megáfono, pero de lo que sí estábamos seguros, es que Santa Sofía y la Mezquita Azul se veían increíbles.
Si sólo pudieras elegir un lugar que ver en Estambul que sea este…

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- DÍA 1: ¿Qué ver en Estambul? desde el Palacio Topkapi hasta la Torre Gálata
- DÍA 2: ¿Más cosas que visitar en Estambul? Sultanahmet, un barrio imprescindible
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- 15 cosas geniales que hacer en Estambul…¡Sin rascarte el bolsillo!
RECUERSO LA SUBIDA A LA TORRE GÁLATA COMO ALGO IMPACTANTE. AL CAER EL SOL , MILES DE VOCES ORANDO CONCURRÍAN EN EL MISMO ESPACIO, HACIENDOTE SENTIR TAN PEQUEÑO COMO ANONADADO.
Que bonita experiencia, la verdad es que tuvo que ser impresionante!
Un besito y gracias por comentar